Al momento de comenzar este blog, una de nuestras metas era -y sigue siendo- ir publicando en él diversas entrevistas a personalidades de nuestra escuela, a modo de conocernos un poco más, relatar anécdotas y establecer entre profesores, alumnos y trabajadores ese conocimiento por el otro que nos da el haber leído de su vida y pensamientos.

En el intento de ajustar el contenido del mismo a los intereses de nuestra comunidad, hemos preguntado en algunas ocasiones qué quisieran leer en nuestras redes y, en especial, en este espacio. Alguna vez nos llegó un mensaje pidiendo saber más de nuestro director, Miguel Ángel Latouche.

Vaya entonces esta conversación como respuesta a dicha sugerencia.

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En la vida, muchos creen que uno sólo es la profesión que ejerce, en buena parte por el desconocimiento de la vida personal. El trabajo, la profesión y nuestras responsabilidades son sólo una parte del ser que, en totalidad, somos. Por eso, aunque cuando camine por los pasillos de la ECS creamos conocerlo, decidimos que sería mejor conversar de sus gustos, pasiones y afectos; ver más allá del cargo y conocer un poco más al director Miguel Ángel Latouche. Aquí, su pequeña galería de anécdotas y afectos...


Lo que lo hace feliz...
Hay una vieja foto que fue tomada en mi casa familiar hace ya un montón de años, en la cual salgo siendo un niño sonriéndome. Mi hijo de cuatro años piensa que él y nadie más que él es el personaje de la foto, no entiende que su padre alguna vez, hace ya un montón de años, fue un niño como lo es él ahora. Es una muestra de inocencia que me llena de humanidad. Hay muchas cosas que nos generan felicidad, unas más que otras, unas más significativas que otras. Creo que me hace feliz la posibilidad de verme en los ojos de mi hijo y hacerlo desde su inocencia, inventarme a diario en sus juegos, sentirme un poco más lejos de la convencionalidad que trae aparejada la vida pública, refugiarme en lo privado y jugar con mi chamo como un par de chicos que comparten complicidades.


...Y ¿qué lo hace infeliz?
La despedida de los amigos viejos, de la gente que se va para siempre. La pérdida de los afectos, la muerte de algunas ilusiones, los desengaños. Yo aprendí  catecismo con mi tía Amparo, una anciana que tendría en esos tiempos alrededor de unos 90 años, que parecían no pesarle por su actividad y su firmeza. Lo cierto es que me amargó un poco que otros niños hubiesen estudiado en la Casa Parroquial, con instructores más jóvenes y con alguna liberalidad mientras yo estaba sometido a la rigurosa disciplina de mi Tía Abuela. Una anciana admirable por quien llegué a sentir un amor respetuoso. Mi tía Amparo fue el primero de mis familiares viejos que murió, con ella conocí el sabor amargo de la muerte, el susurro de los rezos de velorio, los lamentos entre lágrimas de sus hijas. La muerte real o simbólica, la muerte de la gente que uno ama, tanto como la pérdida de los amores que uno profesa, eso me hace infeliz.


¿Recuerda la última vez que lloró? ¿por qué fue?
Era el 27 de abril del 2007, la enfermera entró a la habitación cargando a Alfredo, mi hijo, que había nacido unas pocas horas antes. Pude ver sus ojos completamente abiertos como escrutando al mundo al cual había llegado. La enfermera lo puso en mis brazos y lo cargué por primera vez. Lo sentí absolutamente vulnerable, con sus huesitos frágiles, con sus manitas delicadas, con su cuerpo minúsculo. Me miró profundo y me pregunte cómo es que era posible que uno quisiese de una manera tan intensa a alguien a quien justo acababa de conocer. Alguien cuya existencia acaba de ponerse de manifiesto. En ese justo momento pude sentir que las lágrimas rodaban por mis mejillas sin poder contenerlas.


¿A qué le teme Miguel Ángel Latouche?
Me preocupa sobremanera no ser comprendido, que se malinterpreten mis intenciones o mis intereses, que se me atribuyan cosas que no he hecho.


¿Cuántas veces se enamoró?
Demasiadas como para confesarlo públicamente. Pero recuerdo que en primer grado estuve muy enamorado de una flaca y estirada muchachita de coletas, que hacia danza y que vivía cerca de una de mis tías. Se trataba claro de un amor inocente, de muchachos, que se limitaba a algunas miradas furtivas y una que otra risa nerviosa, sin mayores consecuencias o pretensiones. Ese fue, sin lugar a dudas, mi primer amor.  Hace ya más de una década que me casé, profundamente enamorado, con mi esposa Leonor, la madre de mi hijo, juntos hemos recorrido un camino maravilloso e importante.


Su película favorita
Tendría que decir que son muchas, me gusta mucho la V de Vendetta por el tratamiento que hace del problema de la desobediencia civil como un mecanismo democrático. Gladiador, por la manera como se narra la nobleza de quien pone su vida en riesgo, a favor de un bien mayor a sí mismo. Mi Vida sin Mí, una producción canadiense que refiere la historia que intenta inventar una mujer para su familia, una vez que ella muera víctima del cáncer. Por supuesto clásicos como el Gran Dictador de Chaplin; Match Point de Woody Allen;  El Padrino I y II, la tercera me gustó menos. ¡Ah! también creo que Perfume de Mujer es una película genial.


Una ciudad venezolana para no olvidar
Coro, en la medida en que recoge nuestro pasado colonial, nuestro acervo.  Sus calles empedradas, sus casas bajas, sus médanos, es una ciudad en la que me gustaría vivir.


Una canción que lo defina


¿Cuál es su escritor favorito?
Me atormentó profundamente leer Crimen y Castigo, la primera vez que estuvo en mis manos yo era, relativamente, bastante joven, y casi sufrí junto a Raskolnikv las consecuencias de sus actos. Creo que Dostoyevsky es simplemente genial. Se trata de uno de mis autores favoritos, tendría que nombrar, claro, a Cortázar, a Borges, a Cervantes o a Eco. No es fácil hablar sobre un autor preferido, creo que uno tiene a muchos que le interesan en diversas etapas de la vida y en función de la manera cómo evolucionan sus intereses. Así, por ejemplo. Strevenson y su Isla del Tesoro, fueron crucial en mi juventud temprana tanto como Emilio Salgari y las aventuras de los Piratas de la Malasia, o como Julio Verne y sus viajes a la Luna, al Centro de la Tierra o, en el Nautilus, en el fondo del mar. Hubo una época de literatura latinoamericana con mucho del García Márquez de Cien años de soledad y con mucho del Vargas Llosa de la Ciudad y los Perros. Luego estuvieron los griegos antiguos y sus tragedias, luego algunos de los clásicos, y así sucesivamente. Hace poco termine de leer Baudolino de Eco, de releer Doña Bárbara y así va la vida.   


Recomiéndenos un libro
Creo que hay que leer con cuidado la Antígona de Esquilo. Define con claridad los temas de la desobediencia a los mandatos del gobierno cuando estos son injustos, o cuando tienen consecuencias injustas. Creo que se trata de un texto que pone de manifiesto la moralidad de la actuación ciudadana cuando esta se define desde nuestras convicciones, cuando actuamos para defender lo que creemos que es apropiado, la posibilidad de contraponernos al poder cuando tenemos que hacerlo.


Un venezolano que admire
Nos hacen falta más héroes civiles, yo me anoto con José María Vargas, nuestro primer Rector, por su pasión científica y humanista y su sentido de dignidad.


Alguna anécdota de cuando era estudiante

Atesoro como un grato recuerdo mi tiempo en el grupo de teatro de la Facultad de Economía, el momento de estar sobre las tablas, la posibilidad de sentir la emoción del público, la respiración del público, de interpretarse a uno mismo en el proceso de construcción de un personaje. Una extraordinaria experiencia.



Su lugar favorito dentro de la UCV
Desde siempre supe que iba a estudiar en la UCV. Yo era un estudiante de educación básica la primera vez que visite la ciudad universitaria. Creo que me llevaron a algún espectáculo en el Aula Magna, de la cual siempre me impresiono su majestuosidad. Toda la estructura de la Plaza Rectorado tiene un carácter genial. Me causan fascinación las Brujas de Vigas que cubren los laterales de ese complejo. Pero si me pusieran a escoger un lugar en particular, creo que me quedaría con la plazoleta que se encuentra coronada por el Reloj de la Universidad. Creo que es el sitio perfecto para sentarse y reflexionar. Allí se produjo mi primer beso universitario, con una compañera de mi primer semestre, y también ahí lloré mi primer despecho ucevista.


Lo que más le gusta de ser el director de la ECS
La posibilidad de contribuir a construir un espacio académico dentro de una de las organizaciones más antiguas del país. La oportunidad de construir el futuro y de salvaguardar las tradiciones. El reto de asumir una responsabilidad con estudiantes, profesores y trabajadores, en el deber de dar espacios y enseñanzas de calidad, acorde a las exigencias de nuestro momento histórico y profesional. En fin, muchas oportunidades de construir.









¿Hay algo que no le guste de ser Director de la escuela?
Una Dirección de escuela tiene múltiples dimensiones, unas de carácter gerencial que implican la toma de decisiones y la negociación, otras que tienen que ver con el mantenimiento del orden y la organización y el cumplimiento de los reglamentos, y otras que están referidas al trabajo de conserjería, la protección de los espacios, el mantenimiento de los espacios. Recientemente tuvimos problemas con un filtro de agua cuyo desagüe se obstruyó, como saben se trata de un edificio de residencias que ha sido adecuado para atender necesidades académicas, bueno desde la Dirección tuvimos que atender el asunto, hablar con la gente de mantenimiento, reubicar el bebedero, todo esto para atender las necesidades de la comunidad de la escuela. Yo creo que los asuntos más problemáticos que hemos atendido en la gestión han estado referidos a la apertura y el cierre de puertas y el acceso a ciertos espacios de trabajo. Hay una transacción compleja entre la protección de los espacios y el acceso a los mismos, eso implica la distribución y la custodia de llaves. Esa es quizás una de las tareas menos gratas asociadas a la Dirección.


Una frase que resuma lo que piensa del periodismo
Compromiso con la verdad.


Algo que siempre le critiquen y usted no entienda por qué
Hay gente que piensa que yo actuó de mala fe cuando en realidad estoy intentando cumplir con mis obligaciones. En general somos una sociedad desordenada, a quienes nos toca estar al frente de procesos y/ o de instituciones nos corresponde atender el problema del mantenimiento del orden, eso implica a veces, tomar decisiones duras que afectan determinados intereses, uno lo hace en función de un sentido del deber. El asunto nunca es personal.


Algo que le alaben de su trabajo como director

¡Ja ja ja! -suelta un risa genuina- últimamente no me alaban demasiado. Bromas aparte, creo que la gente reconoce que durante esta gestión hemos trabajado mucho y de manera muy ardua a favor de los intereses de la comunidad de la ECS, hemos hecho un esfuerzo por modernizar, por equipar la escuela , hemos intentado adecuar nuestra infraestructura y nuestros equipos lo más posible a las necesidades de formación de nuestros estudiantes. Tenemos aciertos y errores, más allá de ello hemos trabajado mucho a favor de una idea: garantizar que la ECS UCV siga siendo la mejor escuela de comunicación social del país.


3 defectos que padece
Soy impaciente, me cuesta escuchar, se me hace difícil delegar.

3 virtudes que demuestra

 Soy un buen confidente, me gusta proteger a los demás, tengo disposición a iniciar procesos.


Alguien sin quien la vida no tendría sentido
Cualquier persona por quien sintamos que podemos respirar a través de su piel.
Entre lo que hacemos y quienes somos ¿Quién es Miguel Ángel Latouche?
Un tejedor de sueños, un intérprete de enigmas, un sobreviviente. Alguien que decidió no conformarse y tomar las riendas de su vida.