Lo que comenzó siendo un pequeño proyecto que, fundamentalmente, consistía en colocar unas sillas y una pantalla, se convirtió en un gran logro de infraestructura para la ECS de la UCV.

El actual director de la escuela, Miguel Ángel Latouche, cuenta cómo fue el proceso para desarrollar esta idea hasta convertirla en una realidad. “Cuando comenzamos la gestión hicimos un recorrido por las instalaciones de la escuela y descubrimos un espacio abandonado, lleno de archivos viejos, entonces la pregunta era qué hacer con ese espacio”. La respuesta llegó de la mano del requerimiento de la profesora de cine Hayde Chavero por un área de cine acorde con las necesidades de la materia.

El aula de cine, donde se invirtieron 700 millones de bolívares, es el resultado de una convergencia de instituciones públicas y privadas. Las butacas fueron donadas por la Cinemateca Nacional, la empresa Movistar colaboró con capital, también el Vicerrectorado Administrativo, la Facultad de Humanidades y Educación y la propia Escuela de Comunicación Social,

El proyecto del aula de cine se ejecutó en un año, durante el cual hubo momentos de desánimo en los que plan parecía inalcanzable. “Alguna vez Chavero me dijo `profesor yo tiro la toalla, esto no se puede hacer, esto va a quedar a medias, es imposible` yo también me desanimé en el camino, pero finalmente funcionó. Siento que realmente es un milagro de alguna manera”, comenta Latouche.

Los fines del aula de cine son académicos, en ella se trabaja cine documental y servirá de espacio plural para convocar a los más de 200 alumnos que cada semestre cursan materias relacionadas con el cine, así como a toda la comunidad de la ECS, en torno al arte cinematográfico.

Para Latouche, a medida que el sentido de pertenencia de los estudiantes nos ayude en el cuidado de estas áreas que han significado tanto esfuerzo, se realizarán más actividades como cine foros, presentaciones de cine de autor y festivales.